Lamborghini siempre ha contado en su gama con variantes de propulsión trasera, quizá para atraer a esos clientes puristas de Porsche hacia sus deportivos en lo que se supone un salto de exclusividad. Con el Huracán no iba a ser menos. De hecho, la versión LP 580-2 da continuidad al Gallardo de propulsión y pone un toque de pimienta a la conducción del nuevo deportivo de Sant’Agata.
Aunque pierde 30 caballos de potencia respecto al Huracán LP 610-4, gracias a la reducción de 33 kilos de peso (por la mayor sencillez del sistema de tracción), su relación peso/potencia sigue siendo muy favorable: 2,4 kilos por caballo. Más claro: acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza los 320 km/h de punta. Es cinco kilómetros más lento pero tan veloz en el sprint como su hermano de tracción total. Y, por si a alguien le importa, gasta 0,6 litros menos… (11,9 frente a 12,5 litros).