Sin saber cuantas unidades fueron modificadas por Tom Walkinshaw Racing, el XJ220 fue imprescindible para poner en la calle una máquina de este calibre y solventar las incidencias que surgieron durante la fase de diseño. Una de las decisiones más importantes sería renunciar al V12 y optar por un más “sostenible” V6 de 3.5 litros turboalimentado por partida doble con sendos Garret T3.