Barcelona no ha olido a gasolina este mayo… ha zumbado a voltios.

Automobile Barcelona 2025 no ha sido un salón del automóvil más: ha sido el punto de ebullición de una industria que está metiendo la directa hacia el futuro.
Más de 30 marcas, un aluvión de coches eléctricos y un protagonista inesperado: el coche chino, que ya no viene a jugar—viene a ganar.

Los eléctricos mandan (y lo saben)

Este año, si tu coche hacía ruido, eras casi una pieza de museo. Desde el agresivo Cupra Tavascan, que parece sacado de una rave en Marte, hasta el futurista Ebro EcoPower, los eléctricos han demostrado que ya no son tostadoras con ruedas. Son potentes, sexys y cada vez más accesibles.

Y sí, también estaba Mercedes, que trajo el nuevo Clase E eléctrico para demostrar que la elegancia todavía tiene cabida en este mundo de pantallas gigantes y faros de discoteca.

Conectividad, hologramas y conducción autónoma: bienvenidos a 2030

Uno pensaría que está en un episodio de Black Mirror al pasearse por la «Connected Street», donde los coches se conducen solos y solo tienes que sentarte y no tocar nada (ni siquiera el volante). Pero es real. La conducción autónoma ha dejado de ser promesa de laboratorio para convertirse en experiencia de feria, y ha dejado con la boca abierta a más de uno.

El marcado chino ya está aquí. Y no, no es una amenaza: es una realidad

MG, BYD, Omoda, Lynk&Co… Si pensabas que el «Made in China» era sinónimo de imitación, prepárate para resetear tu cerebro. Han ocupado un tercio del salón, y no vinieron a mirar. Con precios agresivos, tecnología que da miedo (del bueno) y diseños que ya no se esconden, han tomado Montjuïc con más convicción que un gol de Messi en el Camp Nou.

Cifras que rugen (aunque en silencio)

Según los organizadores, más del 36% de los visitantes acudieron con la idea de comprar coche, y más de la mitad apuntan a lo electrificado. Ojo, que aquí no se ha venido solo a mirar. De estos, más de la mitad buscaba un coche electrificado, con un 34,9% interesado en modelos híbridos o híbridos enchufables, y un 17,1% en vehículos 100% eléctricos. Además, un 20,9% se inclinaba por un motor de gasolina.

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